Starcraft 2 Wings of Liberty: se ubica 4 años después de el término de Brood War. Ahora Jim Raynor es un rebelde que lucha en contra de Arcturus Mengsk para acabar con su tirania y dominio. La Historia comieza cuando Jim Raynor está sentado en un bar y llega Tychus Findlay. Éste le dice que ha venido para hacer negocios acerca de unos artefactos Xel'Naga. Más tarde, los Zerg atacan Mar Sara, y otros mundos. James escapa en su nave Hyperion junto con una pieza del Artefacto Xel'Naga. Luego sigue cogiendo artefactos mientras lucha con el dominio, pero pasa algo inesperado...
Los ingeniosos Terran, templados por las tribulaciones y el conflicto, han demostrado ser un adversario formidable tanto para los tecnológicamente avanzados Protoss como para los voraces Zerg.
Los Terran son relativamente nuevos en el Sector Koprulu, descendientes de una desastrosa expedición salida de la Tierra hace ya varios siglos. Su personal estaba constituido por disidentes y gente descontenta que el gobierno consideraba prescindible. Los supervivientes fundaron tres colonias que se convirtieron en los cimientos de los bloques principales de poder en el espacio Terran: la Confederación, la Coalición Kelmoriana y el Protectorado de Umoja. La corrupta Confederación fue derrocada por el terrorista y revolucionario Arcturus Mengsk durante el caos de la invasión zerg. Ahora, el Dominio Terran ha surgido de las cenizas del antiguo régimen como poder dominante; con nada menos que el emperador Arcturus I a la cabeza.
Forzados a adaptarse a una agreste existencia en los mundos casi-carentes de vida del sector, los Terran son maestros de la supervivencia. Sin la avanzada tecnología de los protoss, ni las facultades naturales de los zerg, sus ejércitos utilizan combinaciones flexibles de unidades versátiles. Desde la infantería básica, pero eficiente, como los marines, hasta los cruceros de batalla fuertemente armados. Las unidades Terran dependen de blindaje sólido, abundante poder de fuego y gran cantidad de tropas para mantener al enemigo a raya. Los Terran son excelentes en situaciones defensivas, donde destacan sus búnkers y tanques de asedio.
Los Protoss, ancestrales y misteriosos, durante miles de años han usado su tecnología alienígena y poderes psiónicos para mantener el orden y la paz en su lado de la galaxia.
Hoy en día emplean nuevas tácticas y tecnologías en una lucha cada vez más desesperada, además de haber reactivado terribles armas ancestrales, que dejaron de utilizar hace ya mucho tiempo. Los Protoss nunca fueron una raza prolífica y siempre han reforzado sus filas con máquinas de guerra robóticas. Ningún guerrero Protoss tiene igual, su potencial mejorado en gran medida gracias a una combinación de tecnología y formidable poder psiónico. Sin embargo, los Protoss deberán emplear movilidad y el factor sorpresa para aprovechar sus ventajas al máximo y no enfrascarse en una guerra de desgaste. Su flota es muy poderosa, ya que tiene una gran cantidad de naves capaces de convertir al enemigo en átomos.
Los Zerg , dirigidos por la astuta Reina de Espadas, buscan desencadenar sus horrores alienígenas por toda la galaxia y amenzan con consumir a todo aquel que se atraviese en su camino.
Cuando los Zerg llegaron por primera vez al sector Koprulu, se
encontraban unidos bajo la obediencia absoluta a la sapiencia colectiva conocida como la Supermente. Ésta controlaba los actos de cada criatura del Enjambre y funcionaba a través de una jerarquía de sapiencias menores. Aunque la Mente Suprema sólo buscaba consumir y asimilar a la avanzada raza Protoss, encontró material usable, aunque sin desarrollar, en la humanidad. Al tomar a Sarah Kerrigan, una poderosa psiónica Terran, la Mente Suprema creó a la Reina de Espadas, una criatura única que asumió el control del Enjambre después de que los Protoss destruyeran a la Mente Suprema durante la invasión de Aiur.
Los Zerg son muy distintos de los Terran o los Protoss y están constituidos por una gran diversidad de especies que fueron incorporadas al Enjambre a través de la infestación. Dichas criaturas pasan por un proceso de evolución rápido y selectivo que las convierte en implacables máquinas de matar, cuya única función es perpetrar el imperativo Zerg de alcanzar el dominio absoluto. Los Zerg no utilizan tecnología para crear sus armas, armaduras o naves espaciales, sino que sufragan eficientemente estas necesidades a través de la adaptación biológica y la mutación planificada de diversas entidades. Incluso las estructuras Zerg son órganos especializados que forman parte del nido, un organismo viviente en constante desarrollo.



